La antigua Semana Santa y como han cambiado ciertas costumbres.
En
estos días de Semana Santa me vienen
a la
memoria como una película en blanco y negro, pero traída de
un realismo de diferente sabor
y color. A
pesar que siempre hay algunos
que creen que todo tiempo pasado fue mejor, creo que todo
sufre el cambio de los tiempos
en que vivimos.
La Semana
Santa donde en aquellos años
era la
mayor y rigurosa celebración
católica se ha ido
convirtiendo además de una
fiesta religiosa y católica en
una época donde
arranca la temporada
turística y donde los
ciudadanos aparte de
cumplir con sus
obligaciones religiosas se aprovecha
también para viajar, practicar y disfrutar del
ocio y la cultura fuera de nuestro
entorno.
En mi
memoria los recuerdos de la Semana Santa sobre
los años sesenta y me remiten a mi
juventud donde un Viernes
Santo las emisoras de radio solo
programaban música sacra, rezos casa adentro y largas misas en la iglesia, también
las prohibiciones de reír, cantar,
bailar, jugar, reñir y otras travesuras, las
películas que se proyectaban eran
acordes a la Semana
Santa, Los Diez Mandamientos, La Biblia, Rey de Reyes,
Moisés y tantas otras, quedaba prohibida toda clase de ruido, juegos o actos
que escandalizaran a la comunidad, lo cual era un sacrilegio incluso recuerdo
que no
podíamos jugar al tenis porque nos podrían llamar la
atención, eran días de duelo.
La Semana Santa “Tiempo de ayuno, abstinencia y mortificación.
Cosas del pasado inmemorial,
Desde
el Domingo de Ramos reinaba la religiosidad en todo el país
de entonces. El lunes, después de misa, las amas de casa compraban el bacalao y lo ponían a desaguar y a
preparar los dulces
y postres típicos caseros
dependiendo del lugar al siguiente adquirían los granos secos
para dejarlos en remojo. En la cocina, las tareas de las madres eran arduas,
largas y muy entretenidas preparando entre otros sus
potajes para la
vigilia. Más aún el jueves Santo cuando cocinaban para toda la
familia que se
reunían en casa con aquellos
que tenían su día
de asueto, también era el día de confesar y comulgar.
El Viernes
Santo en general era de silencio, quietud y congoja. “El Viernes
Santo era un día de luto general”, Reinaban el dolor y el silencio y se aprovechaba para visitar otras iglesias. El Sábado de Gloria
llegaba el júbilo y más aún el domingo que se celebraba la Pascua de Resurrección
y se
levantaban aquellas”
prohibiciones” donde todo volvía a
su normalidad.
En
aquellos tiempos reinaban creencias que hoy nos parecen curiosas, como por
ejemplo: no comer carne porque era el cuerpo de Cristo; no tener relaciones
sexuales porque los cuerpos de la pareja podían quedar pegados; escuchar solo
música sacra porque la alegre era una ofensa a Jesús; en Viernes Santo, los
creyentes vestían de duelo o medio duelo y usar ropa roja era identificarse con
el demonio, y un sinnúmero de creencias.
Ahora
estamos en otra
época donde la iglesia como
todo va realizando cambios y tratando de adaptarse a
los tiempos que vivimos
a pesar de
que ha evolucionado con relación a
algunas costumbres arcaicas.
La unión entre
la
Semana Santa y el
Turismo es un hecho mas de
esa aportación entre cultura y
ocio, aparte de conseguir
una mejor difusión y
conocimiento en países
no solo católicos y además no
sea excusa para
participar y apreciar todos los
valores, mas todo el arte que
se puede contemplar en las iglesias, las
catedrales etc.
La Semana
Santa desde hace
muchos años se
ha convertido en un
hermanamiento de pueblos
y ciudades donde todos
comparten en paz y armonía costumbres y creencias
religiosas muchas heredadas por
los antepasados y otros la
han ido adquiriendo con nuestras
costumbres dentro del seno de
la familia o los mas
jóvenes en sus
colegios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario