jueves, 25 de octubre de 2012

EL VALOR DE LOS CENTIMOS




EL VALOR DE  LOS   céntimos.

       

Atrás  quedaron   aquellos  tiempos  donde los  céntimos de  las pesetas dejaron de  tener valor, eran despreciados  por  todos, aparecían por la   casa en los  sitios  menos  insospechados  abandonados  en los  cajones  de  casa,  en algún  monedero o bolso   viejo, o  en  alguna  cajita  con  mini recuerdos,  casi  nadie  se  agachaba aunque  los  vieses  rodando delante  de  ti  ¿ y  para  que  me  voy  a  agachar ? también se  le  denominaba  aquello de  la  perra  gorda o la  perra  chica.

Solo   los  niños   se  tiraban en  picado al ver una  moneda    en  la  calle  con  un  valor  tan ridículo como las de aquellos   céntimos, y  luego a  seguir mirando hacia  abajo   esas  calles  adoquinadas  y  aceras  con  losetas de  colores por  si  a alguien se  les  había  caído alguna, porque además  su ruido era  diminuto,  menuda  fiesta  incluso  se  podían  comprar   chucherías, también en  las  fiestas  de los  bautizos se  tiraban al  aire  con  otras  monedas   de  dos reales  y  pesetillas  rubias.

Llegó un  momento que  en  el uso  cotidiano  apenas  se  contaban  siempre  se contaba o  pagaba al redondeo,  no era importante el  añadir céntimos,   pero  así era la   historia.

Ahora   en  todos  los  medios de  comunicación se  está hablando día  tras  día   con relación   a los  precios de los  carburantes y  la variación de  precios  en  céntimos de  euros  ello está  provocando colas  en  algunas  gasolineras  de  ahí la  importancia  de  los  céntimos  de  euros, la  competencia  entre   las  estaciones  de  servicio y  el  ahorro para  los  conductores.


No sabemos si  llegará  el día  que  los  céntimos  de  euros sean tan despreciados    como sus   homólogos  de  pesetas en su  época, pero  si está  claro que actualmente   tienen un  valor y  que  hay  que  contar  con ellos.

En su  primera  andadura al  comienzo del  euro  cuando la  gente no sabía  si  dar  propina  o no, o  dar  un  aguinaldo sin  hacer  previos  cálculos para  no pasarse  o   hacer  el  ridículo y  que  te rezaran  por  detrás o lo peor cuando faltaba  medio mes   para  cobrar y te  habías  gastado   casi  toda  la  nomina.

Desde   que  la  “crisis” se  acomodó e  instaló  entre  nosotros,  hemos  ido  sufriendo la  adaptación a   cantidad de  cambios, la   gran  mayoría   directos o  derivados  de la economía  “ el  euro”.

A nivel domestico en las compras de  los   híper y/ o supermercados  se calibran  muy  bien  los  céntimos porque  de  ello  depende el final del mes y las  empresas saben  como llamar  nuestra  atención sin redondear,  sino  con los  céntimos, es  un gran reclamo para  el publico.  

Me  recuerda  aquel viejo cuento de hace  muchos  años de   Garbancito que llevaba “un centimito de  azafrán”.

Y   hete   aquí el  quid  de  la  cuestión, mientras los ciudadanos de a  pie  miran  por   el céntimo para llegar  a  fin de  mes,  los  hay  que  despilfarran y afanan  millones  de  euros.

José  Aguilar

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