El derecho a
la huelga y su
coste
Aceptando los derechos de los ciudadanos en un país
democrático como el nuestro hay cosas que en los tiempos actuales parece ser
que no se contemplan y están desfasadas en cosas fundamentales.
¿Por qué tienen que estar preocupados aquellos
trabajadores a la hora de decidir si quieren o no ir a la huelga, o sufrir
presiones y coacciones; todos aquellos con contratos cortos , bien sea por
horas o por cualquier tipo de contrato parcial o por llevar poco tiempo en la empresa
etc. etc.?
¿Por qué tienen que sufrir los trabajadores descuentos
en sus nominas si van a la huelga, si se puede protestar sin coste para ellos?
Aplicando el sentido común, no se entiende la cantidad
de perdidas en horas de trabajo y los problemas en que se verán envueltos
muchos trabajadores para ejercer una protesta ante una situación política
económica gubernamental donde están en contra curiosamente empresas y
trabajadores.
Las protestas llegan al gobierno y este hace saber a la
población que no va a rectificar su política.
¿Servirá la huelga para un cambio de rumbo en la política
de Rajoy?
¿Qué hacen unos encapuchados en una huelga, de qué o de
quien se quieren cubrir?
Sería interesante el plantearse otro tipo de protestas,
creo que para demostrar los trabajadores sus desconformidades ante tales
situaciones que afectan a sus derechos, valdría salir 15 minutos a la puerta de
las empresas y hacer la publicidad ante todos los medios de comunicación.
¿Hay que cerrar las empresas con las perdidas que
suponen y los trabajadores sufrir los descuentos en sus nominas?
Según los sindicatos y algunos partidos políticos la
huelga ha sido un éxito y de otra parte que las incidencias no harán cambiar el
rumbo de sus políticas.
Los costes seguramente habrán sido una vez mas
demasiado altos, las detenciones y algunos altercados aislados en todo el pais
y las protestas me temo que no llegará al fin propuesto, como el cambio de la política
económica.
Sería conveniente reflexionar nuevas formas de actuar
ante los abusos de la clase política, no solo mirando la repercusión mediática
sino salvaguardando los intereses de los trabajadores y obligando a los
gobernantes de no dejarles en manos de la ley de las " buenas
practicas" como sucede con la banca.
El mundo evoluciona con sus ventajas e inconvenientes y
los entes públicos y sociales tiene que seguir avanzando acorde a los tiempos
que vivimos.
Nada nuevo sobre el patio...
Jose Aguilar
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