Ha cambiado el concepto de vips en los hoteles
El concepto de VIP en los hoteles ha evolucionado
significativamente. Aunque la idea de tratar a ciertos huéspedes de manera
especial no es nueva, la definición de quién es un VIP y los servicios que se
les ofrecen se ha expandido y se ha vuelto más personalizada.
Aquí tienes los puntos clave de esta evolución:
1. De la fama al valor del cliente:
- Antes:
El estatus de VIP estaba reservado principalmente para personalidades
famosas, celebridades, dignatarios o personas con un alto cargo.
- Ahora:
Si bien las celebridades siguen siendo VIPs, el concepto se ha
democratizado. La definición actual se centra más en los "huéspedes
de alto valor", es decir, aquellos que contribuyen de manera
significativa al éxito del hotel. Esto incluye:
- Huéspedes
leales y frecuentes: Aquellos que se alojan con regularidad.
- Clientes
que gastan mucho: Huéspedes que reservan suites de lujo, consumen
servicios premium (spa, restaurantes, etc.) o adquieren paquetes
exclusivos.
- Miembros
de programas de fidelización: Los hoteles premian la lealtad con un
trato preferencial.
- Recomendaciones:
En algunos casos, ser recomendado por un cliente VIP actual puede
otorgarte un trato especial.
2. De los "extras" genéricos a la
personalización profunda:
- Antes:
Los servicios VIP se limitaban a ventajas estándar como un upgrade
de habitación, una botella de champán de cortesía o un acceso a zonas
restringidas.
- Ahora:
El foco está en la hiperpersonalización. Los hoteles utilizan la
tecnología (como los sistemas CRM) para recopilar y analizar datos sobre
las preferencias de los huéspedes. El objetivo es anticiparse a sus
necesidades y ofrecer una experiencia única. Esto puede incluir:
- Detalles
personalizados en la habitación: Una nota de bienvenida escrita a
mano, snacks o bebidas favoritas del huésped ya en la habitación, o una
decoración adaptada a su gusto.
- Servicios
a medida: Acceso a mayordomos personales, masajes con aceites
específicos, sesiones privadas de yoga o reservas en restaurantes
difíciles de conseguir.
- Comunicación
adaptada: Contacto directo y personalizado con el personal a través
de aplicaciones del hotel o mensajería como WhatsApp para facilitar
cualquier petición.
3. El papel de la tecnología:
La tecnología ha sido un motor fundamental de este cambio.
Permite a los hoteles:
- Conocer
al huésped antes de su llegada: Los datos de reservas y el historial
de estancias permiten anticipar las preferencias y preparar una
experiencia a medida.
- Ofrecer
servicios de manera fluida: Desde el check-in sin contacto
hasta el acceso a zonas exclusivas con una tarjeta digital, la tecnología
agiliza los procesos para que la atención se centre en la interacción
humana de alta calidad.
- Crear
experiencias más allá de la estancia: La comunicación y las ofertas
personalizadas pueden continuar incluso después de que el huésped se ha
ido, fomentando la fidelidad a largo plazo.
En resumen, el concepto de VIP en los hoteles ha pasado de
ser un estatus de élite basado en la fama a una estrategia de negocio
inteligente y centrada en el cliente. La clave ya no es solo quién eres, sino cuán
valioso eres para el negocio y cómo el hotel puede hacer que te sientas único y
apreciado.
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