jueves, 18 de septiembre de 2025


 

Te  has  jubilado y….

Y de repente, un día, ocurre la magia! Te levantas por la mañana, pero no para correr a coger el metro o para aguantar atascos. No, señor. El jefe ya no te espera, las reuniones de brainstorming se han esfumado y los informes con fecha de entrega se han convertido en una leyenda urbana. ¡Te has jubilado!

Antes, la vida era una carrera contrarreloj: cursos de actualización, nuevos programas informáticos y el pánico de que se cayera la red justo antes de guardar un trabajo importante. Ahora, el único pánico es que tus nietos se queden sin batería en la Tablet mientras estás de canguro oficial.

Y es que la jubilación no es solo sentarse a ver series, ¡qué va! Es pasar de ser un pilar de tu empresa a ser un pilar de tu familia. Te llaman para llevar a la nieta al colegio, para recoger al nieto de su actividad extraescolar o para hacer de chófer cuando a tu hijo le toca ir al dentista. ¡Tú agenda está más apretada que la de un ministro!

La nueva "jornada laboral"

Nuestra nueva rutina laboral comienza con una tarea vital: mirar el almanaque. No para ver los puentes o las vacaciones, sino para no perder la cita con el médico, la de fisioterapia o la del podólogo. Las reuniones de brainstorming ahora son con otros jubilados en el bar de la esquina, y el tema central ya no es cómo aumentar la productividad, sino cómo lidiar con la artritis, la próstata o cualquier cosa que termine en “-itis”. Y no hace falta ir a la farmacia a preguntar, porque cada compañero es un experto en el Vademécum y te recita las dosis de memoria.

Además, nos hemos convertido en verdaderos genios de la cocina. ¿Qué hay una receta reconstruida con espuma de no sé qué? ¡No hay problema! Con YouTube o la inteligencia artificial a nuestra disposición, no hay plato que se nos resista. El único riesgo es que la comida no le guste a la familia y te toque comerlo todo a ti, claro.

La vida sin "Apps"

Cuando nos reunimos con los nietos y les contamos cómo era la vida antes, sin móviles ni internet, nos miran como si estuviéramos inventando un cuento de hadas. Les hablamos de cuando la televisión era en blanco y negro, de que solo había un teléfono en el pasillo y de que el agua corriente era un lujo en muchos sitios. Para ellos, es como si les estuviéramos describiendo la prehistoria.

Pero ahí está la magia: nosotros somos los testigos de un cambio brutal. Hemos vivido en dos mundos, el de las cartas escritas a mano y el de los emojis que lo dicen todo. Y eso nos hace verdaderos historiadores, con historias y anécdotas que ningún libro de texto puede contar.

Así que, a seguir disfrutando, que la jubilación es solo el comienzo de una nueva aventura.

¿Qué es lo más sorprendente que has descubierto sobre la jubilación?

 

 

 

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