Las Modas: ¡El Gran Teatro de los Modistos (o la Venganza del
Desaliño)!
¡Hola, amigos de lo estrafalario y amantes del buen refrán!
Hoy tocaba, sí o sí, darse un garbeo por las arterias
principales de algunas ciudades españolas. Es la ocasión perfecta porque, a
estas alturas, casi todo el mundo pulula pegadito a los escaparates,
oteando qué comprar o, más importante aún, ¡qué modelito escoger para el
performance diario!
Pero ya sabéis que lo mío, como lo de muchos de vosotros, es husmear
el ambiente y ver cómo se mueve el pueblo, sin distinción de estatus
social. ¡Y lo que hemos visto, amigos, es el último regalo envenenado que nos
ha traído la moda!
Resulta que ahora, llevar la camisa medio por fuera, medio
por dentro del pantalón o la falda... ¡es tendencia! Dicen los
"entendidos" que es chic. En otros tiempos, y cito a mi
abuela, se diría simplemente que son unos desaliñados que salieron con
prisa de casa tras un apagón. ¡Pero no! ¡Es la nueva vanguardia del me-vistió-un-niño-de-cinco-años!
Así que, tal como se está desarrollando esta pasarela de
locura, no os sorprendáis. Dentro de poco, y en pleno invierno, verán a la
gente con las gabardinas puestas del revés. ¡Sí, sí! Con los bolsillos
colgando como orejas de Dumbo, el cinturón por dentro, y las costuras gorditas
bordeando hombros y mangas. ¡Pero! ¡Es la moda, amigos. ¡Aceptad el caos!
¡Alarma Fashionista en la Calle!
No se asusten, que esto va a más. Pronto veremos los pares de
zapatos cada uno de un color. ¿Por qué? Pues porque, ¿para qué tanto
juego y combinación? Así llama mucho más la atención. El mensaje es claro: "No,
no me equivoqué; soy atrevido."
- Las
gafas de sol:
Se llevarán en la nuca. Ya pasó el verano y ahora le damos un toque
de distinción a la parte trasera del cuero cabelludo. ¡Es el nuevo parasol
cerebral!
- El
chal o la bufanda: Llevaremos estos complementos liados a la cintura, bien
apretaditos. ¡Veréis qué delgados nos hacen! Fijaos si los modistos piensan
en todo: nos desabrigamos el cuello para afinar la cadera. ¡Brillante!
- Otro
toque de distinción: Las camisas irán abrochadas cojas, es decir, el botón bajará
dos o tres ojales. ¿La clave? Que no desentone con la salida desigual del
pantalón. Para no parecer que estás colgado o sufriendo un ataque de
vértigo, tendrás que llevar la cabeza algo girada al lado contrario. ¡Pura
coreografía urbana!
Y si usas sombrero de ala ancha, prepárate: a la visera hay
que recortarle una forma tipo corazón. Esto marcará la diferencia y
¡serás el primero!
El Móvil y el
Esperpento Final
¿El móvil? ¡Nada de bolsillo del pantalón! Lo llevarán
colgado, con una chapa en el pecho, emulando a un convencionalista de
congreso. Es más práctico para hacer selfies del tobillo.
En fin, amigos, como dice el refrán, pero ahora con más
guasa: "Ande yo caliente, y ríase la gente". Y por supuesto,
la risa no va a faltar viendo tanto esperpento y fantoche ante la
declinación de la moda más absurda y ridícula del momento.
Ya la vista se me enturbia, no sé si estoy mareado de ver
tantas cosas al revés o si el café no me sentó bien hoy. Así que, me cambio de
distrito, a ver si encuentro... ¡un modisto cuerdo!
El resultado es un caos visual donde el dinero y la seriedad se encuentran con la estupidez y el tropiezo. ¡Un verdadero ícono de la moda absurda!
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